Ciara, una joven australiana de 17 años, tuvo fuertes dolores de cabeza y vómitos tras haberse caído mientras jugaba al netball a finales de mayo del año 2016. Debido a este incidente, sus progenitores estaban seguros de que la niña padecía una conmoción cerebral retrasada.
"Ella se cayó y se golpeó la cabeza con severidad en la pista. Un par de días después, empezó a vomitar y tenía dolores de cabeza. Los médicos le hicieron una tomografía computarizada y una resonancia magnética. Mientras estaba allí, el radiólogo me dijo que si tenía más vómitos y dolores de cabeza, la llevara directamente al hospital", explica su madre a Daily Mail.
Los síntomas empeoraron, por lo que sus padres decidieron acudir a un especialista. Ahora, tras hacerle las pruebas pertinentes, los médicos han descubierto que Ciara tiene un glioma de alto grado, esto es un tumor cerebral bastante avanzado, pero eliminarlo conlleva un alto riesgo de daño cerebral, accidente cerebrovascular o incluso la muerte.
Ese mismo día, sometieron a la joven una operación de emergencia para redirigir el líquido en su cerebro. “Taladraron un agujero en la base de su cerebro, para que el fluido tuviera una forma diferente de salir, ya que el tumor estaba bloqueando el camino natural. Después, nos dijeron que era un glioma de bajo grado y que la mayoría de las personas pueden vivir con él durante años sin síntomas. Me sentí muy feliz de saber eso", explica su madre.
Por desgracia, el pasado noviembre una resonancia magnética reveló que el tumor había crecido considerablemente, convirtiéndose en uno de alto grado.
"El tumor ha crecido mucho y no se suponía que iba a hacerlo. Tiene un tumor maligno de alto grado y está en un lugar al que no se puede llegar. Los doctores admiten que no hay mucho que puedan hacer, excepto verlo crecer. Lo primero que dicen que desaparecerá es su vista, luego su capacidad para caminar”, cuenta su madre.
Tal y como informa Daily Mail, los padres de Ciara han creado una página de Go Fund Me para recaudar fondos y así hacer frente a la cirugía y al tratamiento.
“Hemos elegido la cirugía para darle a Ciara una oportunidad de luchar contra este raro tumor. Solo tenemos un plazo de dos meses para operar a Ciara antes de que el tumor crezca y la cirugía sea aún más arriesgada de lo que ya es. Estamos destrozados de que haya llegado a esto, pensábamos que tendríamos más tiempo. Es muy difícil porque si no lo supieras, si no vieras imágenes de lo que hay en su cerebro, no sabrías que este niña está entre la vida y la muerte", agrega su padre.