Un operativo se había iniciado en torno al mediodía por una "situación sospechosa" de la que había alertado un vigilante en la zona, tras ver a una persona "con un abrigo largo y cables que le sobresalían", tal y como explicó una portavoz de la Policía al diario 'Le Soir'.
A partir de ese momento se instaló un perímetro de seguridad que se fue ampliando a distintas calles con el objetivo de "controlar" al sospechoso.
A solo un día del Día Nacional de Bélgica, equipos de artificieros y bomberos se desplazaron rápidamente a la zona. Sin embargo, tal y como recoge BBC, todo era una falsa alarma: el individuo es un un estudiante de radiación nuclear de la Universidad de Bruselas que estaba examinando las ondas radioactivas en ese momento.