Esta técnica, más aplicada en Estados Unidos, es un método de evaluación psicológica reconstructiva que busca orientar a los investigadores sobre la naturaleza de la muerte. Se utiliza en aquellos casos en los que no existe una convicción criminalística.
La familia está pendiente de que se realice este informe a fin de poder iniciar las gestiones para que el cuerpo joven, que tenía 30 años y estaba trabajando en California, pueda ser trasladado a España.
Según lo que comunicó a familiares y allegados la detective privada contratada por ellos para el seguimiento del caso en territorio estadounidense, el cuerpo no presentaba signos de violencia. No obstante, debe ser el informe de la autopsia el que dictamine oficialmente si la muerte se debió o no a un accidente.
La Policía de Humboldt, en el estado norteamericano de California, identificó el cadáver aparecido a principios de febrero en el entorno de este condado californiano como el del joven de Maracena. Para ello, se basó principalmente en los restos de la ropa, una pulsera y en un tatuaje en la pierna, pese al mal estado del cuerpo por los días que habrían pasado desde el deceso.
El cadáver era el de un hombre con medidas físicas similares a las del granadino, aunque una radiografía dental de Iván L.C. enviada por la familia fue esencial para la identificación.
Iván L.C. era experto en montañismo y se marchó a Estados Unidos a trabajar. Un amigo de este, también vecino de Maracena y que viajó con él a California, estaba llevándole el pasado 28 de noviembre al aeropuerto para volver a su municipio cuando tuvo algún "problema de salud mental". Por este motivo, se dispusieron a volver a casa para coger el avión con destino a España al día siguiente.
En ese momento, el joven se bajó del coche y se fue al bosque, en cuyo entorno se le buscó desde finales de noviembre por las autoridades californianas.