La violencia de Boko Haram agrava la situación de 460.000 personas en Níger

Noticias Cuatro/Agencias 09/06/2016 16:46

En un comunicado, ACH ha recordado que, durante la última década, Níger se ha enfrentado a "severas crisis climáticas causadas por la escasez y la irregularidad de las precipitaciones, a episodios de inestabilidad política y a crisis alimentarias y nutricionales en 2005, 2010 y 2012".

"Actualmente 2,1 millones de personas se enfrentan a una situación de inseguridad alimentaria en el país y en regiones como Zinder, Diffa, Maradi y Dosso la tasa de desnutrición se sitúa por encima del 15 por ciento, superior al umbral de emergencia establecido por la OMS", ha contado la ONG.

Según sus estimaciones, "400.794 niños sufren de desnutrición aguda severa y 709.003 niños y 272.000 mujeres embarazadas y lactantes están afectados por la desnutrición aguda moderada". ACH ha afirmado que Niger ha padecido los conflictos internos de los vecinos Malí y Nigeria, que están provocando un flujo permanente de refugiados y retornados, "ejerciendo a su vez una creciente presión sobre la capacidad de absorción ya agotada de las comunidades de acogida en Diffa".

"Esta región, afectada por la inseguridad alimentaria y nutricional crónicas, así como por la falta de acceso a instalaciones de agua, saneamiento e higiene, acoge ya a más de 241.000 refugiados y retornados de Nigeria, dispuestos en 51 asentamientos", ha explicado Acción contra el Hambre.

La ONG ha advertido de que las necesidades de la población "son muy grandes", "sobre todo debido a la inseguridad constante, que, junto a la llegada de población desplazada, se han añadido a las debilidades estructurales ejerciendo una mayor dependencia sobre las actividades agro-pastorales y de pesca".

"Los recursos naturales en el lago Chad o el río Komadugú son inaccesibles, lo que agrava la escasez de medios de vida y priva a la población de fuentes de ingresos como la pesca y la ganadería. Las rutas de trashumancia se han interrumpido, aumentando la presión sobre los recursos de pastoreo y disminuyendo la producción animal", ha explicado.

En este sentido, ha dejado claro que tampoco se puede acceder a los campos de cultivo, "lo que impide cualquier actividad agrícola en la zona y, en consecuencia, cualquier ingreso económico relacionado con la agricultura". Todos estos factores, en opinión de la ONG, son "responsables de la vulnerabilidad y la pobreza que afecta a la población de Diffa, a los que las pocas organizaciones humanitarias presentes en la zona trabajan para dar respuesta".

"Antes del conflicto, la región de Diffa ya estaba clasificada como un área crónicamente vulnerable. Por lo tanto, incluso en las zonas menos expuestas a los ataques de Boko Haram, la situación alimentaria y nutricional sigue siendo crítica ya que estas zonas se enfrentan a un déficit crónico, incluso en años normales. Actualmente, las familias de refugiados o desplazados dependen en gran medida del apoyo de las comunidades de acogida para sus necesidades básicas como vivienda, alimentos, agua..., a pesar de que éstas ya sufren una fuerte presión", ha afirmado Álvaro Pascual, responsable geográfico de Acción contra el Hambre para el Sahel.

Pascual ha incidido en la que la respuesta de emergencia en Diffa es "especialmente compleja". "Diffa es un contexto específico con una compleja crisis humanitaria en la que los repentinos e inesperados movimientos de población, condicionados por los ataques de Boko Haram, hacen que la respuesta de emergencia sea especialmente compleja. Nuestro trabajo debe integrar intervenciones a corto, medio y largo plazo, combinar acciones de emergencia con actividades de recuperación y desarrollo, y hacer frente así a las causas que originan la situación de vulnerabilidad en la zona", ha señalado.

Acción contra el Hambre ha indicado que está prestando "especial atención a la mejora de la producción agrícola y a la creación de oportunidades de trabajo". Así, por medio de transferencias de dinero para resolver las necesidades alimentarias y de actividades generadoras de ingresos para apoyar la autosuficiencia de la población, la ONG busca "evitar un mayor deterioro de la situación, reducir la presión sobre las comunidades de acogida y reducir al mínimo la puesta en práctica de mecanismos de supervivencia negativos".

51 muertos en un atentado de Boko Haram

"El viernes atacaron cientos de asaltantes de Boko Haram" las posiciones del Ejército en Bosso, que hace frontera con Nigeria, ha informado el Ministerio de Defensa de Níger.

El resultado son 30 militares nigerinos y dos nigerianos muertos y 67 heridos según el último "balance provisional", ha explicado el Ministerio, según recoge el diario nigeriano 'Vanguard'. Además, hay que contabilizar entre los atacantes "varios muertos y heridos que se llevaron".

"La contraofensiva de primera hora de esta mañana ha permitido recuperar el control de todas las posiciones en la ciudad de Bosso. La situación está bajo control", ha añadido. "La situación está bajo control y ha regresado la calma", ha concluido.

Por otra parte, el Ejército nigeriano ha informado de la muerte de 19 milicianos de Boko Haram en enfrentamientos en el estado de Borno, en el noreste del país. La operación militar se lanzó el viernes tras recibir una información sobre presencia de miembros de la secta islamista en Chukungudu.

"Las tropas mataron a 19 terroristas de Boko Haram, incluido un destacado dirigente en la zona llamado Amir Abubakar Gana", ha explicado el Ejército.

Dos militares han resultado heridos de bala, pero se recuperan favorablemente. La operación permitió además destruir una fábrica de bombas artesanales y detonó cuatro bombas ya listas, recuperó dos armas antiaéreas y varias armas y vehículos más.

Otras fuentes elevan la cifra de fallecidos a 81, 26 soldados y 55 terroristas, a lo que se sumarían 112 heridos.

El grupo terrorista Boko Haram -que significa "la educación occidental es pecaminosa" en idioma hausa- lucha por imponer la versión más radical de la 'sharia' o ley islámica en Nigeria.

En los últimos años la insurgencia de esta secta yihadista ha costado más de 20.000 vidas y recientemente ha multiplicado sus ataques en países vecinos como Camerún, Chad y Níger. Más de 2,1 millones de personas han tenido que huir de sus hogares, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

El ataque deja 50.000 desplazados en Níger

El último ataque del grupo terrorista Boko Haram contra la localidad nigerina de Bosso, en la frontera con Nigeria, ha provocado unos 50.000 desplazados, a los que se suman varios miles más que huyeron de sus hogares tras ataques anteriores registrados el 3 y el 5 de junio, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

Según las últimas informaciones oficiales de este lunes, Boko Haram se ha hecho con el control de Bosso, localidad que había atacado el viernes pero de la que había sido expulsado por tropas nigerinas y nigerianas.

El portavoz de ACNUR, Adrian Edwards, ha reconocido que la situación en Bosso, que se encuentra en la región de Diffa, no está clara. "No estamos trabajando en Bosso de forma directa desde febrero de 2015, cuando la insurgencia se extendió de Nigeria a Níger", ha precisado en rueda de prensa en Ginebra.

Según ha explicado, la agencia de la ONU está trabajando con las autoridades y sus socios para coordinar una respuesta a este desplazamiento y esta misma semana ACNUR enviará un equipo de emergencias a Diffa.

Unas 50.000 personas huyeron tras el ataque del viernes, en su mayoría a pie hacia el oeste hasta Toumour, a unos 30 kilómetros al oeste de Bosso. Muchos están traumatizados y temen por su seguridad, ha explicado ACNUR en un comunicado. Actualmente, estas personas están durmiendo al raso y necesitan urgentemente cobijo y otra asistencia.

Algunos de los desplazados han seguido más allá de Toumour y se dirigen hacia la ciudad de Diffa, situada a unos 140 kilómetros al oeste de Bosso y al noroeste hacia Kabelawa, donde el campamento para desplazados internos está al límite de su capacidad, con unas 10.000 personas.

"El bienestar de estas personas y de otras obligadas a huir de la violencia en Bosso es motivo de gran preocupación", ha reconocido Edwards.

"La inseguridad y la falta de acceso han lastrado desde hace tiempo las labores humanitarias en algunas zonas de la región de Diffa, aunque Bosso es la única zona en la que no realizamos proyectos de forma directa", ha explicado el portavoz.

Según las estimaciones de ACNUR, hay unas 240.000 personas desplazadas en Diffa, entre refugiados nigerianos, desplazados internos y nigerinos que vivían en Nigeria y han regresado a su país. Antes del último ataque en Bosso, uno de cada tres habitantes de la región estaba desplazados forzosamente.