Desde el pasado lunes, Soraya no puede dormir. Fue a una tienda (un chino) y, como conocía a los dueños y dependientes, les pidió que le vigilaran a su hijo (que estaba en el carro) para ir a por unos leotardos. En ese lapsus de tiempo, una mujer coge el carro y empieza a marcharse de la tienda, dejando atónitos a los dependientes. Éstos le llaman la atención y consiguen frenarla, algo que Soraya agradecerá eternamente.
Ella, como madre, se ha quedado muy impactada, pensando que le podrían haber robado a su hijo. “Cuando veo las imágenes me quiero morir. Me da miedo cuando salgo con mi niño a la calle, me da miedo dejarle en el colegio”, ha dicho, casi llorando. Ahora sabemos que la mujer que casi se lleva a su hijo tiene “problemas mentales” pero, para ella, no es motivo de dejarla en la calle.