El Ayuntamiento de Valencia retirará parte de las terrazas que ocupan las calles de El Palmar e impiden el paso de muchos vehículos.
Tras esta noticias, los propietarios de los restaurantes que se verán afectados han protestado: "Esto es una milonga que se han inventados estos señores".
Esta nueva medida plantea todo un obstáculo para los hosteleros, quienes aseguran que, al perder parte de la plantilla encargada de las mesas del exterior, se despiden de hasta un "60% de la producción", además de los beneficios, según declara uno de ellos.
Otros empleados, sin embargo, han aceptado la decisión con resignación, aunque no con gusto: "No lo comparto, pero lo acepto".
Pese a ello, los dueños de los restaurantes irán a renegociar con el Gobierno los términos de la normativa con la que afirman que saldrán perdiendo en turismo gastronómico, uno de sus puntos fuertes.