Mingorrubio era un cementerio tranquilo y ahora, los familiares del dictador tienen miedo de que se vaya a profanar la tumba. Por ello, el Gobierno, a principios de verano, tuvo que restaurar el panteón familiar. El objetivo era reforzar la seguridad del lugar para evitar cualquier posible incidente.
El Gobierno invirtió en las obras de remodelación de la seguridad 40.000 euros, ya que la familia Franco se negó a pagarlos. Reforzar la seguridad de las ventanas, blindar la puerta y asegurar los muros fueron tres de las reformas realizadas.
Aun así, los propios trabajadores del cementerio han asegurado que Carmen Polo, la que fuera esposa del dictador, no ha sido visitada nunca desde el momento en que se la enterró. Además, en Mingorrubio están enterradas otras personalidades de la política, como puede ser Carrero Blanco o Arias Navarro y nunca ha pasado nada.