Los casi 900 terneros que llevan encerrados en un mercante desde mediados de diciembre serán finalmente sacrificadas. Las reses partieron de Cartagena a Turquía pero las autoridades tucas las rechazaron por temor a que tuvieran enfermedades como la lengua azul. Según ha sabido 'Cuatro al Día', el problema de origen ha sido un error en la certificación de origen en España. El barco libanes que las transporta esta fondeado y a la espera de saber cuándo se sacrifica y cómo a los animales.
Triste desenlace para los 900 terneros que llevan dos meses hacinados en este barco. Este ganado, en teoría sano, se tenía que haber desembarcado en Turquía, pero la denuncia de unos posibles casos de la enfermedad de la lengua azul hace que ese país lo rechace. Tras vagar por el Mediterráneo, llegan a España. En Cartagena, llevan desde el domingo.
Allí, son inspeccionadas por veterinarios del armador que aseguran que no hay síntomas de enfermedad. Pretenden venderlos fuera de la Unión Europea. Pero otros técnicos, enviados por Sanidad, concluyen el mal estado general, algunos tienen incluso sarna, aunque no se certifica la lenga azul, se determina su sacrificio. También se asegura que en el recuento faltan nueve animales que se sospecha pudieron ser arrojadas por la borda en alta mar. Protestas como éstas de hoy pretenden que no se repitan estos casos, aunque esta vez no se ha podido hacer nada por salvar la vida de los animales.