Dos estudiantes catalanes de ingeniería han creado una nueva silla de ruedas con la que poder ayudar a los habitantes de los países en desarrollo, ya que cuesta sólo 70 euros, justo la mitad del precio de una silla convencional. Su monstaje es sumamente fácil siendo necesario sólamente 2 ruedas de bicicleta, 2 de un carrito de supermercado, tornillos y tuberías de PVC.

Estos jóvenes no quieren lucrase con su talento, y es que esta auténtica silla low cost ni siquiera la han patentado. Su único objetivo es ayudar a las personas sin recursos económicos, una meta que acaba de cumplirse con el envío de la primera silla a Senegal.