Entonces, ¿de dónde somos?

Nacieron en Dinamarca de padres no daneses. Aunque tienen orígenes diversos, ellos se sienten del país donde han crecido y donde esperan vivir como adultos. Pero la realidad es distinta. Todavía no tienen la nacionalidad. La decepción y la tristeza de estos pequeños se refleja en un vídeo realizado por una agencia de comunicación, que ha causado gran impacto en Dinamarca. En Europa, prima el llamado "derecho de sangre", el "ius sanguini": se adquiere la nacionalidad de los padres, no del lugar en el que naces. En Latinoamérica, Estados Unidos y Canadá prima el "derecho de suelo", el "ius soli": nacer en un país otorga automáticamente la nacionalidad.