En la sesión de control al Gobierno, en el hemiciclo Gobierno y oposición han calentado motores de cara a la moción de censura que se celebra mañana. Los diputados de la bancada popular ha recibido al jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, con un caluroso aplauso.
La primera en preguntar ha sido la portavoz socialista, Margarita Robles, que ha lamentado que Rajoy considere “irrelevante” que un tribunal haya condenado al “tesorero al que usted del mandaba SMS” y que ha haya dicho que “el partido que presiden tenía una caja B”.
“Usted como presidente del Gobierno no tiene credibilidad. Ha faltado a la verdad en los tribunales para tapar la corrupción del su partido”, le ha espetado la portavoz socialista a Rajoy. “Le exigimos responsabilidades políticas por lo que ha hecho como presidente del Gobierno” porque – ha dicho- “España necesita un presidente creíble, que de confianza y estabilidad.
El presidente del Gobierno ha insistido en que la sentencia del caso Gürtel “no condena a mi partido” y “aclara que el PP no conocía los hechos”.
“Antes discutíamos si debía dimitir un imputado o condenado, ahora ni eso. Ha regresado Torquemada”, ha sentenciado Mariano Rajoy antes de afirmar que el PSOE sabe que si va a las urnas “es imposible que llegue a la presidencia del Gobierno” y por eso “tienen que usar atajos torticeros”.
Sáenz de Santamaría acusa a Sánchez de "ambicioso"
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha ido más allá y ha asegurado que la moción del líder del PSOE, Pedro Sánchez, responde más a su "ambición" que a la lucha contra la corrupción, y que está costando 36.000 millones de euros a la economía española.
Sáenz de Santamaría ha dudado del compromiso de los socialistas contra la corrupción y ha recordado que los expresidentes de Andalucía y del partido, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, están sentados en el banquillo del juicio de los ERE y que estaban "informados detalladamente" del desvío de las ayudas a los parados. Así, ha rechazado "lecciones" de un PSOE, que a su juicio, justifica una moción de censura que "sencillamente" responde a una "ambición por el poder" que no ha ganando en las urnas.