Luego les acompañaron el resto de invitados, encabezados por la presencia de sus abuelos Juan Carlos I y Sofía. En la puerta de la parroquia recibieron a los miembros de la familia, para posteriormente entrar y realizar las protocolarias fotografías para los diferentes medios de comunicación.
Ante la presencia de los fotógrafos, las infantas murmuraban intercambiándose sensaciones. Las hermanas sonreían junto a sus padres y, posteriormente, la llegada de sus abuelos. La Infanta confesaba estar "tranquila" antes de recibir por primera vez el cuerpo de Cristo. Sin duda, una mañana que no se le podrá olvidar a la princesa.
Dentro de la iglesia no se ha podido grabar, pues desde la Casa Real denominaron el acto como 'privado' y, por lo tanto, no habrá cobertura.
Sin embargo, la ceremonia ha seguido el mismo patrón de la Comunión, hace dos años, de la Infanta Leonor: un acto en la parroquia de Santa María de la Asunción de Aravaca oficiado por el capellán del colegio, fray Javier, en la que han tomado el sacramento la veintena de estudiantes de la clase de la Infanta Sofía, quienes han estado de sus familiares, a quienes se ha colocado en los bancos de la iglesia por orden alfabético.
En el Colegio Santa María de los Rosales, la Primera Comunión y la Confirmación son celebraciones oficiales que se realizan en días laborables y con los alumnos vestidos con su uniforme de diario (falda gris y camisa blanca en el caso de las niñas) al que ese día se le añade como únicas galas una corbata azul con rayas doradas y una chaqueta tipo blazer en azul marino con el escudo del centro bordado.