Francisco Correa ya dio pistas sobre lo que podía contar en su turno de última palabra del juicio de la Gürtel en la Audiencia Nacional. "Quiero ofrecer mi total colaboración de ahora en adelante en todas las causas", dijo.
Y dicho y hecho. A cinco días de otro juicio, el de la financiación ilegal del PP valenciano, Francisco Correa ha tirado de la manta. En un escrito para pactar con la Fiscalía, el cabecilla de la Gürtel reconoce que existía una caja B y que era él que la controlaba.
Asegura que el PP de Valencia le pagó más de dos millones de euros en negro. Con ese dinero, dice, se financió parte de las campañas electorales de 2007 y 2008, incluidos actos del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Apunta además que fue Francisco Camps, el que propuso organizar los eventos, abonados además de pagos en B, es decir, con facturas falsas por servicios inexistentes.
A pesar de admitir la forma de los pagos, asegura que desconoce los detalles y explica que el segundo en la trama, Pablo Crespo, se encargaba del desarrollo de los eventos y Álvaro Pérez "El Bigotes" se dedicaba a la captación.
En este nuevo juicio hay 20 acusados en el banquillo, entre ellos el exdirigente del PP, Ricardo Costa. Correa se enfrenta, antes de alcanzar un acuerdo, a 24 años y medio de prisión.