No le ha quedado otra y Susana Díaz zarpa rumbo al dos de diciembre. “Acabo de firmar el decreto de disolución del Parlamento”, anunció ayer la presidenta de la Junta de Andalucía. A Susana Díaz no le ha quedado más remedio que adelantar las elecciones cuatro meses porque se ha quedado sola. Sin Ciudadanos, su socio de investidura, no tenía forma de sacar adelante los presupuestos y eso es igual a inestabilidad.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue el primero en conocer la decisión de Susana Díaz. Lo llamó por teléfono para explicarle que no podía aprobar los presupuestos de la comunidad autónoma y que no le quedaba más remedio que adelantar las elecciones previstas inicialmente para finales de marzo de 2019.
En situación similar se encuentra el presidente del Gobierno. Sánchez, hoy por hoy, tiene un no de Podemos, que aprieta la negociación. Sin embargo, en Ferraz no parecen muy preocupados e insisten en que la voluntad de Sánchez es agotar la legislatura. De esta forma, Andalucía será para Sánchez mero tubo de ensayo para testar a nivel autonómico del efecto Moncloa.