El video de Cifuentes lo grabó una cámara de seguridad en 2011. La ley de protección de datos es clara: en su artículo 6 dice que los videos se tienen que borrar en el plazo máximo de un mes. El suyo, el de la ya expresidenta de la Comunidad de Madrid, ha salido a la luz 7 años más tarde, y a ella no le ha pillado por sorpresa porque ya lo conocía. “Ya se me intentó extorsionar hace apenas un par de años con ese mismo vídeo” ha dicho. Un vídeo del que incluso se habló en Twitter. Lo hizo en 2012 la Asamblea Puente de Vallecas al preguntarle directamente si la retuvieron por hurto de maquillaje. Por qué no se destruyó ese vídeo no se sabe, pero quienes lo publican tienen claro que se trata de fuego amigo. “Ha podido haber fuego amigo, pero lo que ha habido son extintores amigos; porque esto se ha ocultado durante muchísimos años”, dice el periodista Manuel Cerdán. OKdiario asegura que en su entorno se sabía, y cita casualmente a Aguirre, González y Granados. Iglesias, con la misma teoría de que los que han tirado de la manta han sido precisamente los populares, ha terminado apiadándose de Cifuentes: “La destrucción de un ser humano a través de una manera de operar de cloacas mafiosas del PP, con sus sicarios, con sus tabloides… por algo que yo creo que a todos nos tiene que conmover”, ha dicho.