Alfombra roja para el presidente rojo. Con todos los honores. No ha faltado ninguna autoridad del Estado en rendir los honores y dar la mano a Xi Jinping. "Queremos que Madrid esté en tus manos", le confiesa Carmena al mandatario chino. Todo han sido parabienes, incluso en las calles, con miles de ciudadanos chinos recibiendo a su líder. Seguridad extrema y calles cortadas. Todo para dar la mejor imagen. España e juega mucho. Hay una veintena de acuerdos comerciales en juego.
Y no nos podemos quejar porque los productos 'made in Spain' empiezan a gustar y mucho a los chinos. De hecho son la uva de mesa española y los productos de carne de porcino en forma de carne congelada, carne fresca, jamón con hueso, paleta, lomo salchichón los que se han convertido en todo un manjar para las chinos y si todo sale según los previsto para las cuentas españolas. Bien vale haber tenido que esperar 13 años para recibir una visita. Atrás han quedado los derechos humanos porque hay mucho en juego.
En 2017, España superó por primera vez a Alemania en sus ventas en este sector al país asiático, con 509 millones de euros, según datos del Ministerio de Comercio. En volumen seguimos por detrás. Actualmente, España produce unos cuatro millones de toneladas carne de cerdo, de las cuales, más de la mitad se venden fuera de territorio español. En 2017, 318.560 toneladas se dirigieron a China, por lo que, en volumen, España es el tercer proveedor de carne de cerdo, detrás de Alemania y Estados Unidos.
Todo ello en el contexto de crecimiento del mercado interno chino y la necesidad de importar "más productos de alta calidad" para abastecerlo, hasta 10 billones de dólares en el próximo lustro tal y como ha reconocido el propio mandatario. Eso, sumado a las "enormes transformaciones y reformas que está haciendo España para promover el desarrollo", brinda "nuevas oportunidades" para la relación bilateral.
China es la segunda economía del mundo, el mayor productor industrial y sus tasas de crecimiento anuales llevan 40 años en un promedio del 9 por ciento.
El turismo es otro sector económico donde ambos países quieren potenciar la relación. Según ha dicho el mandatario chino, 130 millones de ciudadanos chinos salen al exterior cada año y 500.000 viajan a España, una cifra que confía en que se pueda aumentar.
El valor económico de las exportaciones de productos españoles a China ascendió a 6.200 millones de euros en 2017, un 191% por encima de 2008 y un 28% más que en 2016, según un análisis llevado a cabo por Solunion, compañía experta en seguros de crédito y caución. El estudio revela que la tendencia ascendente se ha mantenido también en 2018 y, a cierre de septiembre, la cifra alcanza los 4.600 millones de euros.
Por categorías, los productos industriales y de tecnología representan alrededor del 70% (3.200 millones de euros) de la producción exportada a China a cierre de septiembre de 2018, según datos del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX). Entre ellos, destaca la venta de cobre y productos semielaborados de cobre (982 millones de euros), así como la de equipos y componentes de automoción (394 millones de euros).
Adicionalmente, el mercado chino ha mostrado un interés creciente por la carne porcina española, que supuso 324 millones de euros de ventas al país asiático durante los nueve primeros meses de 2018, y también por la confección femenina, que alcanzó los 247 millones de euros. Por regiones, Cataluña (23,8%), Andalucía (22,2%) y Madrid (15,2%) son las tres comunidades autónomas que acumulan un mayor volumen de exportaciones a China. Por provincias, destaca Huelva como la más exportadora (18,6%), que registra además el mayor incremento de ventas con respecto a 2017 (del 41,2%). Le siguen en el ranking Barcelona (18,4%) y Madrid (15,2%).
Las previsiones de Solunion para 2019 indican que las exportaciones de productos españoles a China podrían incrementarse en 395 millones de euros respecto a 2018, lideradas por la venta de productos relacionados con los minerales, la carne y la maquinaria.
En ese nuevo concepto de desarrollo compartido, Xi ha incluido su iniciativa 'Una franja, una ruta', la nueva 'ruta de la seda', lanzada por él mismo, que ha defendido como una "plataforma de conectividad" para fortalecer la cooperación entre los distintos países, a partir de las "consultas extensivas" y los "beneficios compartidos". La iniciativa ha generado ciertas reticencias en Europa, y el propio Gobierno español ha avanzado que no se sumará formalmente a ella aunque sí tendrá interés en participar en proyectos concretos. Xi ha recordado que ya la han firmado 120 países y 40 organizaciones internacionales.