Este año el ‘Black Friday’ se sitúa el viernes 23 de noviembre, pero parece que va a extenderse todo el fin de semana hasta el lunes 26, cuando se celebra el ’Ciber Monday’. Es en este momento en el que las huelgas de Amazon y Correos pueden llegar a afectar a los consumidores, pero, como apunta Valor, habrá que esperar a ver como gestionan los ‘retailers’ este asunto, ya que puede que ofrezcan descuentos para compensar los retrasos en las entregas.
¿Y cuánto vamos a gastar en estas fechas? Las cifras varían dependiendo de los estudios. La aplicación financiera Fintonic estima que las Comunidades Autónomas en las que más se va a gastar es en Madrid (288 euros), Cataluña (278) y Navarra (271), mientras que Asturias (216), Extremadura (220) y Castilla y León (221) serán las comunidades con menos índice de consumo.
Este gasto, comparando con el del año pasado, va a aumentar, pero, tal y como destaca Valor, no tanto como en 2017, por lo tanto, podría decirse que el consumo en este periodo de rebajas se está estabilizando.
No obstante, no todos los expertos opinan de la misma forma, ya que profesores y expertos de Esade consideran que va a aumentar el consumo en el ‘Black Friday’ a causa de “la envidia preventiva del consumidor”. Pedro Rey, profesor de Economía, Finanzas y Contabilidad de Esade, explica que "estos días se convierten en un ritual de grupo: el consumidor tiene la necesidad de ser parte del evento". Esto se traduce en que el usuario se ve obligado a comprar "para no sentir que alguien consigue un mejor descuento que el tuyo".
Con estos datos podemos pensar que el ‘Black Friday’ puede producir mayores beneficios en las empresas, pero parece no ser del todo cierto. Valor subraya que los estudios del consumidor apuntan a que en estas fechas lo que se produce es un desplazamiento de la compra. Dicho de otra manera, el ‘Black Friday’ lo único que hace es que las compras que antes se realizaban en diciembre ahora se hagan a finales de noviembre. Por lo tanto, no se produce un aumento neto en los beneficios de los negocios.
Mientras que otros años la tecnología ha sido el sector que más ha repuntado, en 2018 la moda parece haber irrumpido con fuerza hasta alcanzar, incluso, la primera posición. Según el estudio realizado por El Observatorio Cetelem, el 52% de los consumidores compraran productos de moda y el 46% calzado y complementos; es decir, la mitad de los que participen en el ‘Black Friday’. Valor destaca que el otoño ha llegado más tarde, provocando que las compras de temporada se retrasen y, por lo tanto, los clientes han podido preferir esperar al ‘Black Friday’ para realizar sus compras con descuentos.
El ranking de los productos que más se van a vender en este periodo lo siguen los dispositivos móviles (42%); electrodomésticos, informática y electrónica de consumo (41%); juguetes (28%); salud y belleza (26%); ocio (24%); deportes (21%) y hogar (18%).
Sin embargo, hay que añadir que, actualmente, son todos los sectores y negocios los que se suman a este periodo de descuentos, pero a su manera. Existe un movimiento llamado ‘Green Friday’, que consiste en usar este día para comprar en establecimientos de consumo sostenible que, a su vez, ofrecen descuentos a los clientes.
Nuestros hábitos de consumo han cambiado, debido a que vivimos en un periodo de rebajas permanente. Desde que las fechas en las que se aplican los descuentos no están fijadas por ley, el consumidor intenta reservarse sus compras para las rebajas. Esto genera una dinámica en la que toda la industria se ve obligada a tener alguna rebaja, hasta tal punto que ahora los establecimientos siempre tienen una zona con productos rebajados.
Según los expertos esto puede provocar que el efecto del ‘Black Friday’ o fechas similares se acabe viendo reducida. Pedro Rey expone que "cada vez es menos un hecho puntual y único, porque existe un punto de saturación con tantos días de descuentos. Si todos los días hay rebajas, nunca hay rebajas".
El ‘Black Friday’, que hasta hace unos años era inexistente en España, parece que ha venido para quedarse, para sumarse a todos los descuentos que permiten a las empresas lograr arrastrar a los consumidores a sus establecimientos. ¿Será viable esta forma de consumo a largo plazo? El tiempo lo dirá.
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