Un falso detective ha sido detenido el pasado 19 de marzo por ser el presunto autor de delitos de falsedad documental, estafa y usurpación de estado civil. El sujeto se hacía pasar por un profesional más visitando un supuesto despacho profesional sin tener la formación requerida para el puesto.
Un engaño con el que este hombre se lucraba del encargo de sus clientes, a los que convencía mediante el diálogo para ganarse su confianza. A través de citar una hipotética colaboración con diferentes agencias de peso, conseguía contratar trabajos de investigación que solo pueden ser realizados por detectives privados legalmente habilitados.
Sin embargo, la falta de rigor en la creación de contratos y de datos de contacto personal así como las altas cuotas que presupuestaba a sus clientes, hicieron que la coartada de este posible detective fuera destapada.
En el despacho del detenido, los agentes pudieron obtener pruebas de la absoluta falta de diligencia y transparencia con la que este individuo actuaba durante la tramitación y el registro de las investigaciones. Entre los datos facilitados, se han observado negligencias como la ausencia del Libro de Registro obligatorio, la existencia de contratos falsificados y facturas por diversos importes.
La variación del presupuesto provocó que algunos de los clientes que reclamaban su actividad tuviesen que abonar facturas superiores a las inicialmente pactadas, justificándose en la necesidad de una prórroga en el tema y la dilatación en el tiempo de las investigaciones. El investigado también falsificaba la firma de los detectives que supuestamente había contratado para la realización de las investigaciones.