Miley Cyrus ha ido un paso más allá en su particular obsesión por provocar hasta el exceso. La cantante protagoniza una sesión de fotos para Terry Richardson en la que muestra su lado más pornográfico.
La antigua chica Disney protagoniza, ante el objetivo de Richardson, una serie de poses sexuales que rozan lo obsceno.
Según publica el diario Daily Mail, las imágenes han visto la luz después de que la cantante Sinead O'Connor publicara una carta en los que le suplica a la cantante que “no deje que la industria de la música haga de ella una prostituta”.