Desde que se subió a la bola para demoler su imagen de niña buena, Miley Cyrus solo mira como reforzar su imagen de deslenguada. Pero a la niña Disney tanto juego de lengua le puede salir caro. Los toqueteos, meneos y simulaciones sexuales en su nuevo show lo que ha provocado es una campaña en su contra. Padres escandalizados que piden que se cancele la gira por pornográfica. Ella se defiende diciendo que lo que pretende es educar pero hay quien considera que su coreografía no es apta para menores y hasta esta pidiendo que les devuelvan el dinero de las entradas. Ella, ajena a tanto comentario, sigue inventando movimientos que dejan en un juego de niños sus besos con Katy Perry y alejan cada vez más su imagen de Hanna Montana.