Según TMZ, Jay Collins acudió como invitado VIP al concierto de Kevin Hart en Filadelfia el 29 de agosto de 2015. Allí fue "agresivamente abordado y detenido por la seguridad del estadio". Sin embargo, en la demanda no explica por qué atrajo la atención y la ira de las personas a cargo de la seguridad.
Collins afirma que la seguridad del estadio lo entregó a los guardaespaldas personales de Kevin, y que fue ahí cuando comenzó la brutalidad. El demandante señala que la seguridad del cómico le amenazó y luego utilizó una pistola eléctrica en su cara, cuello y espalda.
Según su declaración, la paliza no terminó ahí. La seguridad le tiró al suelo y le golpeó en la cabeza, cuello y hombros, además de propinarle patadas en la caja torácica e insultarle.
Pide más de 50.000 dólares (unos 42.600 euros) de indemnización y demanda a Kevin Hart porque le considera responsable del personal contratado por él.