Kurt Cobain se disparaba a la cabeza con una escopeta de perdigones en Seattle, Washington el 5 de abril de 1994. Antes de suicidarse se había inyectado una buena dosis de heroína.
El músico pasó a ser parte integrantes del club de los 27, artistas que fallecieron en esa misma edad como Robert Johnson, Brian Jones, Jimi Hendrix, Jim Morrison y Janis Joplin.
La muerte de Cobain siempre ha estado envuelta en teorías conspiranoicas por muchos de los fans, ha vuelto a salir a la palestra gracias a un detective de Seattle, dedicado a los casos antiguos, llamado Michael Ciesynski.
El hombre ha querido revisar el caso para buscar pistas que se hubieran pasado por alto y ha encontrado algunas, pero que desafortunadamente no harán que cambie la investigación.
Ciesynski encontró unos rollos de carrete fotográficos no revelados y descubrió qué se escondían en esas imágenes. Unas instantáneas que muestran algunos ángulos de la escena de la muerte del vocalista de Nirvana.
En las imágenes se ven algunas pertenencias del propio Cobain como trozos de sábanas, un gorro polar, mecheros, una billetera con un carnet perteneciente a Kurt Cobain, así como tabaco, dinero y una caja que contenía una cuchara, jeringuillas y restos de lo que parecen ser heroína, droga a la que era adicto Cobain.
Dichas imágenes no aportan nada nuevo aunque se desconoce por qué no se revelaron en su día. La portavoz del Departamento de Policía de Seattle, Renee Witt explicaba que se habían encontrado esas imágenes y ya está además de agregar lo siguiente: "No hay nuevos acontecimientos, no hay nuevos giros o vuelcos en el caso. Él encontró estos carretes, y eso es todo. Sigue siendo un suicidio", sentenciaba para no dar pie a nuevas teorías de la conspiración sobre la muerte de Cobain.