Cada imagen puede generar más de 25.000 ‘me gusta’, lo que la hace ser deseada por empresas para que promocione sus productos, informa Mirror.co.uk.
Gabrielle anuncia sutilmente ropa, joyas, bebidas y productos cosméticos, dejándole un número lucrativo de negocios en ese proceso.
La australiana explica que entre el 20% que se lleva la agencia y los impuestos, la modelo se queda muy poco dinero para ella al final del trabajo. En cambio, gana “más dinero con Instagram, un 100%”.
Gabrielle es una de los ‘insta-famosos’ que se han convertido en publicidad de oro para los anunciantes una vez que pasan de 100.000 seguidores. Las empresas pagan cientos de dólares por una sola fotografía mostrando sus productos y miles por una campaña completa durante un periodo de tiempo.
Además, eso le permite ser libre para establecer sus propios términos y condiciones y asegura que solo promociona productos que verdaderamente usa y le gustan.