Era julio de 2015 cuando todo sucedió. Un chico de 21 años de nombre Edenilson Valle apareció muerto en la piscina de la mansión que Demi Moore tiene en Beverly Hills, cuando ni ella ni nadie de su familia se encontraba allí. Aquella noche, la vivienda estaba siendo cuidada por otra persona, quien habría invitado a Valle y a sus amigos a una fiesta. Según informa TMZ, el joven se tropezó con una piedra y cayó a la piscina, donde falleció.
Pese a la conocida ausencia de Demi Moore, la familia de la víctima siempre consideró que la actriz era culpable de lo sucedido por no señalizar la profundidad de la piscina. Pero ahora, ella contraataca: ha respondido a la demanda que interpuesta a la familia diciéndo que el fallecido era plenamente responsable de lo que pasó aquella noche, por "no haber notado la roca que se encontraba a simple vista". Además, ella no se siente culpable del fatídico desenlace del joven Valle.