La edición de lujo del disco es muy especial. Y es que la cantante decidió incluir un pequeño detalle en su interior: una semilla para que sus fans la "siembren la luz" y den vida a un árbol. Y aunque el hecho suena muy ecológico, en Australia resulta ilegal ya que cuenta con fuertes medidas de seguridad para proteger la biodiversidad del país, por lo que detuvieron la distribución de esta producción.
"Las semillas o plantas de origen internacional no pueden estar presentes en Australia, ya que suponen mala hierba para nuestra bioseguridad" alegaban desde el Departamento de Agricultura australiano. Una noticia que sin duda ha creado cierto desconcierto entre los fans de la cantante.
Mientras tanto, la compañía discográfica de Katy ha insistido asegurando que las semillas incluidas en esa edición son de origen australiano, por lo que se está esperando se considere esta prohibición y puedan conseguir que su edición deluxe del disco se disfrute en el país.
Seguramente este disgusto de los fans se habrá transmitido a la artista. Una decepción que suma a una mala racha que ha pasado la cantante y es que hace poco confesaba lo mal que lo pasó con el divorcio entre ella y el humorista Russell Brand. Además también hemos descubierto quetoma hasta 26 pastillas para tratar un TOC, trastorno obsesivo compulsivo. Sin embargo aún le queda esperanza a Katy Perry ya que sus fans australianos podrán escuchar su álbum de manera íntegra a través de las plataformas digitales. Un consuelo al fin y al cabo.
Con esto, solo nos queda esperar para saber si las autoridades australianas aprueban el nuevo trabajo de Katy o lo siguen considerando un riesgo para su país.