Lindsay Lohan admite ser una adicta e intenta “callarse y escuchar”

Noticias Cuatro 19/08/2013 18:25

Una vez más la periodista Oprah Winfrey no ha decepcionado a su público. Ya le hemo visto en otras ocasiones destapando detalles íntimos sobre el ciclista Lance Armstrong. En esa ocasión, el deportista confesaba haberse dopado durante toda su carrera profesional.

Ahora le ha tocado el turno a Lindsay Lohan. La actriz ha comentado en esta entrevista televisiva que es una adicta y que se ha dado cuenta de que necesita "callarse y escuchar" porque su intento de tratar sus problemas personales no ha funcionado. "Soy mi peor enemiga, lo sé y lo admito", dijo Lohan, de 27 años, a la periodista Oprah Winfrey.

A la pregunta sobre si era una adicta, Lohan contestó que "sí", añadiendo que su droga preferida era el alcohol, que según dijo era "una puerta hacia otras cosas". Lohan, que saltó a la fama como una estrella infantil en "Tú a Londres y yo a California" antes de cosechar grandes éxitos en películas como "Chicas malas", ha visto su imagen perjudicada por una serie de detenciones, apariciones en los juzgados, episodios de rehabilitación y durmiendo incluso entre rejas. Recientemente, la actriz recibió tratamiento en el Betty Ford Center, para después terminar el tratamiento en otro centro. Así lo afirma Reuters.

Sentimiento de culpabilidad

Lohan dijo a Winfrey que había sentido muchas veces vergüenza y "muchísima culpa" por las continuas recaídas en abuso de sustancias, peleas en público con sus padres y problemas con la ley. Cuando Winfrey preguntó qué había sido diferente en esta última sesión de rehabilitación, Lohan dijo que ya no toma Aderall, un medicamento que contiene anfetamina y dextroanfetamina, que había consumido por su trastorno por déficit de atención, diciendo que tomar drogas es "todo lo que conozco", pero que ahora estaba más calmada sin consumirlo. Lohan dijo que ahora ingiere vitaminas y que su actitud había evolucionado.

A corto plazo, Lohan participará en un 'reality show' en OWN. Eso sí, debe acudir, semanalmente, a sesiones de terapia durante los próximos 15 meses para cumplir una orden judicial por conducción temeraria.