En la isla de Vancouver se sitúa la casa de 24 millones de euros que han comprado Meghan Markle y Harry de Inglaterra. Con cinco baños y seis habitaciones, la propiedad tiene 1.200 metros cuadrados donde poder disfrutar de la naturaleza. Con vistas al mar, jardín y terraza, Meghan disfruta desde hace días de las instalaciones con el pequeño Archie.