El alquiler en Barcelona de bajos que son locales comerciales se ha cuadruplicado en los últimos cuatro años. Entre 700 y 500 euros piden por apenas 50 metros cuadrados con un baño, el problema es que para residir en una propiedad así el ayuntamiento debe conceder al arrendatario una cédula de habitabilidad.
Conseguir dicha licencia es complejo, además, en el caso de que el Ayuntamiento tenga noción de que hay alguien habitando en esas condiciones, se obligaría al inquilino a abandonar las instalaciones de inmediato. El problema es que no solo lo ofertan particulares, sino también algunas inmobiliarias. 'Cuatro al día' ha conseguido acceder a uno de los locales, que a parte de sucio, se encuentra sin cédula de habitabilidad, lo que significa que las consecuencias recaerían directamente en el arrendatario.