Un vuelo de la compañía Delta que salió el pasado viernes desde Atlanta con destino a Barcelona tuvo que dar media vuelta por una causa poco habitual y que rápidamente se ha hecho viral.
El motivo: la indisposición de un pasajero. Según explicó un portavoz de la aerolínea, el vuelo DL194 volvió hacia el aeropuerto estadounidense “poco después del despegue, debido a una emergencia médica”.
El caso se ha viralizado por lo peculiar y lo escatológico ya que esa “diarrea explosiva”, que el piloto catalogó de "riesgo biológico", ha acabado en titulares de medio mundo.
La diarrea que quedó esparcida por todo el avión provocó un cambio de avión, más un importante retraso. ‘Cuatro al día’ ha repasado las imágenes del avión repleto de excrementos y ha repasado la última hora del caso.
'Cuatro al día' ha hablado con Francisco Cruz, comandante de Aibus y colaborador SEPLA, para conocer el protocolo en estos casos. "Es una enfermedad del pasajero, hay que entenderlo, pero la contaminación de la moqueta que tiene el avión en un vuelo largo es muy desagradable. En estas circunstancias coordinamos con la tripulación de cabina, con las azafatas, saber cuál es el estado del avión y del pasajero, para poteger su vida y el estado del avión".
"Luego coordinamos con el centro de control operativo de la compañía a ver cuál es la mejor decisión, el aeropuerto conveniente más cercano, en este caso la compañía decidió volver al aeropuerto de donde habían despegado para tratar la solución", nos explica y afirma que hace unos años había los sistemas de residuos del avión: "Imaginate que estos inodoros se inundan con todos los escrementos, ha habido casos en los que los aviones se han tenido que desviar, es lo más parecido que ha ocurrido".