Se trata de una extraña afección de carácter hereditario que el periodista americano Daniel Max dio a conocer en 1973. La enfermedad se desarrolla en la mediana edad y poco a poco se va disminuyendo el sueño que desemboca en unas terroríficas pesadillas que comienzan a mezclarse con la realidad, causando graves daños al sistema nervioso. El sistema cognitivo quedaría tan dañado que la persona se queda en coma y posteriormente fallece. El origen de esta enfermedad se podría encontrar en el Condado de Treviño, en Álava.