El hielo del Ártico desaparece y, lo que un día quedó sepultado, resurge y vuelve a la vida. Existe un organismo que se encontraba muerto o en hibernación durante milenios y ha comenzado a revivir. Se encontraba entre capas congeladas pero con un poco de calor ha vuelto a vivir. Analizamos todo esto junto a dos expertos: Mar Gómez y Javier Cantón.
Por primera vez en la historia, un organismo multicelular hallado en el permafrost ha resucitado tras pasar 24.000 años congelado. Vuelve a la vida, con todas sus características y, no solo eso, también se reproduce. Esto ha generado muchas preguntas sobre lo peligroso de los virus, ya que sobre el permafrost viven treinta y cinco millones de personas.
Y es que, si este hecho trae consigo la aparición de nuevos patógenos, estas personas serían las primeros en padecerlos. El deshielo puede traer consigo, para la investigación científica, cientos “tesoros”, pues hay capas de hielo en algunas regiones que superan el kilómetro y medio. Pero también trae consigo todo lo que hay enterrado, lo bueno y lo malo: “si algo multicelular es capaz de volver, los virus y las bacterias, también”.
Cantón cita algunos ejemplos. Hace años, en el 2016, en Siberia, se piensa que a parir del cadáver de un reno que se descongeló del permafrost, se liberaron esporas de ántrax, provocando un brote con 90 hospitalizados y la muerte de un niño de doce años. También provocó el sacrificio de 250.000 renos, para impedir que se extendiera sobre la población. Y esto es solo un ejemplo. Problemas digestivos, aborto, encefalitis, miocarditis son algunas de las enfermedades que pueden venir del virus.