La población inuit es la primera que sufre las consecuencias del cambio climático, pues está afectando a su forma de vida. Ya no pueden acceder a ciertos lugares por el deshielo, la forma de buscar comida del oso polar está cambiando y por eso accede a los poblados, donde se ven obligados a matarlos. Además, con el cambio climático se han encontrado en los últimos años virus prehistóricos que permanecen activos.