En la parroquia de Triabá (Lugo) había una meiga que tenía a todos los vecinos aterrorizados porque lanzaba males de ojos y maldecía a la gente con enfermedades. Para acabar con las amenazas, un grupo de vecinos la estrangularon con un cinturón y la quemaron en un horno. Como cuenta la leyenda, la señora, aún viva en el horno, lanzó una maldición a uno de ellos: “Te quedarás sin entrañas”. El equipo de ‘Cuarto Milenio’ ha acudido al lugar y ha logrado saber que se trataba de María Fernández de la Barrera, que fue quemada en un horno el 20 de septiembre de 1890. Dos hombres fueron condenados por su asesinato, y uno de ellos murió en extrañas circunstancias. La autopsia reveló que estaba vacío por dentro, tal y como decía la maldición.