Me inclino más por la opinión de David Cantero. En nuestra experiencia, llevamos cogiendo ‘orbs’ desde hace 20 años pero no le dábamos demasiada importancia porque los coges aleatoriamente. Hemos cogido unos ‘orbs’ en movimiento en una habitación cerrada forrada de rojo. Lo que cogía el vídeo no lo veíamos a simple vista, y por el visor veíamos que atravesaban la pared entrando y saliendo de la habitación. Es un campo energético que no entra dentro de nuestro campo visual pero que se sensibiliza en la película tanto de la máquina fotográfica como en la del vídeo”.