Francisco de Paula Rivas, conde de la Salceda murió lejos de su hogar pero los familiares trataron de mantener vivo su recuerdo a través de su traje carlista que fue llevado de vuelta al palacete. No sabían que con el traje viajaba también el espíritu del conde.
A lo largo del tiempo, muchos han sido testigos de este fenómeno que llega a producir auténtico pavor entre los presentes. También algunos de los animales de la casa han experimentado cambios de actitud al escuchar el caminar del fantasma.
Pero el fenómeno no se limita a la escucha de pasos, en varias ocasiones también han sido testigos de cómo una presencia cruzaba los corredores del palacete.
La última aparición del fantasma tuvo lugar en la calurosa noche estival de pasado 22 de agosto cuando Alfonso, al escuchar los pasos decidió salir al pasillo para ver qué ocurría.
En la oscuridad del rellano es fácil imaginar las escenas de terror que han vivido los moradores en el interior de estos pasillos. El fantasma de Don Francisco de Paula seguirá vigilando el que será su hogar a la sombra de su viejo y raído traje carlista.