‘Cuarto Milenio’ abre un expediente sobre Santiago Corella, ‘El Nani’, un famoso delincuente español de los años 80 que desapareció en el año 1.983. Su caso sirvió para destapar una mafia policial, pero ¿dónde está? ¿Qué pasó con él? ¿Por qué no se ha esclarecido este misterio 35 años después? ¿Es cierto que fue asesinado por la Policía? Iker Jiménez analiza este caso junto a Melchor Miralles y Juan Carlos Delgado, El Pera.
El Nani conoció a Francisco Velero, un joyero de Santander, confidente de la Policía y con amistades de policías corruptos. Era el mediador a la hora de organizar atracos: conseguía armas, veía los objetivos a marcar y encargada a delincuentes que realizaran los atracos. Después, él se quedaba con buena parte del botín en joyas que fundía y convertía en lingotes, una parte iba para el delincuente y otra para la Policía.
Se llevaron detenido al Nani, le interrogan a él y a su familia, y parte de un botín que había escondido, fue robado por uno de sus compinches. Tras horas de tortura, la cosa se fue de las manos y acabó muerto. Se dice que hicieron desaparecer el cuerpo. Por otro lado, la versión de la Policía es que llevaron al Nani a un descampado para que les dijeran dónde estaba el oro escondido y enterrado y éste aprovechó para huir. Nunca más se supo de él.
La versión de la Policía fue catalogada como falsa en el juicio, fueron juzgados pero nunca reconocieron el homicidio. Lo que se piensa es que el oro fue robado por el compinche del Nani, la Policía no se creía esta versión y “le apretaron hasta que le mataron”. Mucho se ha hablado de todo esto… ¿es verdad que el Nani está en México? ¿Fue enterrado en su finca de Córdoba o arrojado a un pantano de Jaén? ¿Fue enterrado en cal viva? Todo se investigó pero nada dio frutos. Tras esto se creó la figura de Asuntos Internos, un cuerpo para investigar a policías corruptos.
Algunas de las claves que señalan los expertos es que en el registro de la DGS aparece la fecha de entrada del Nani y, en la salida viene registrado como RIP, y todo apunta a que su cuerpo fue lanzado a una piara de cerdos para que se lo comieran (otros apuntan a lo del pantano de Jaén).