La tragedia del Monte Oiz: Las dudas acerca de las causas de la catástrofe aérea

  • Ninguno de los pasajeros sobrevivió al impacto

El 19 de febrero de 1985, un Boeing 727 de Iberia que hacía la ruta Madrid-Bilbao se estrelló contra el Monte Oiz, en Vizcaya. Los testigos cuentan que aquel fatídico martes de Carnaval escucharon un enorme estruendo y, al salir de sus casas, se dieron cuenta de la catástrofe: “Había cuerpos colgados y quemados, todo esparcido...”, aseguran.

Ninguno de los pasajeros sobrevivió al impacto y gran parte de los cuerpos quedaron sin identificar a pesar del intenso trabajo de los profesionales. Sin embargo, uno quedó intacto: el de una persona que ya había fallecido y el cuerpo viajaba en un ataúd.

El caso de Germán Galindo ha despertado la curiosidad de algunos expertos. El ejecutivo perdió el vuelo por el error de una trabajadora de la aerolínea. Pero es que, nueve meses antes, se salvó de otra catástrofe aérea. Además, se dice que diferentes personalidades recibieron llamadas que les advertían de no coger ese avión. Por ello y por las diferentes incongruencias y los audios reveladores de la caja negra, hay periodistas y profesionales que han empezado a preguntarse si se trató de un macabro atentado terrorista de ETA.

Antonio Marchal-Sabater, autor del libro ‘La sombra de la sospecha’, ha querido compartir las claves por las que cree que la catástrofe pudo estar provocada por el grupo terrorista. “Una vecina del lugar vio el avión explotar antes de empezar a caer”, ha afirmado para después compartir una serie de datos que han dejado a Iker Jiménez muy sorprendido.