Los vecinos que le conocieron aseguran que era afable, dicharachero, un médico que se hizo con la simpatía del pueblo porque se encargaba de cuidar de los más desfavorecidos. Pero el carismático y en apariencia bondadoso médico ocultaba un oscuro pasado teñido de muerte y horror.
El doctor Guarruchaga, cuyo verdadero nombre era Frederiche Von Freinfels, era en realidad un médico nazi huido que trabajó en varios campos de concentración, un miembro de las temidas SS alemanas: “Él era el encargado de un batallón que enviaba los trenes repletos de judíos a los campos de concentración, él sabía dónde iban y los pasos que tenían que dar hasta llegar a la cámara de gas”.
‘Doctor Pirata’, así es como llegó a conocérsele por sus numerosos viajes a Marruecos de los que traía productos de contrabando. Se dice también que en una ocasión una familia sueca acudió al doctor con su pequeño hijo enfermo, un perfecto niño de rasgos arios.
Los padres, confiados, dejaron al niño en manos del doctor, nunca más supieron de él. Cuando pidieron explicaciones, el Doctor Pirata aseguró que el niño había fallecido en un viaje en barco cuando volvían a España desde Tánger, lugar donde le confiaron a su pequeño. Los padres jamás llegaron a creer la versión del doctor. ¿Qué ocurrió con Freinfels? Una esquela de los años sesenta asegura que falleció en Madrid, algunos testigos le sitúan en Buenos Aires...