Con todos ellos hemos aprendido a respetar la naturaleza y amar a los animales. Aunque a veces nos den miedo. Como en Kenia, donde una manada de leones nos sorprende, "los leones no hacen nada, acaban de comer, y no son peligrosos", nos dice nuestro guía.
En Uganda, justo en la frontera con El Congo, vivimos una apasionante aventura para encontrar a los gorilas. Un caminos muy duro hasta subir la montaña donde se habita la colonia que buscamos y que esta capitaneada por un ejemplar de espalda plateada. "Están ahí, los hemos encontrado... ¡qué pasada! ...tenemos que pasar desapercibidos y por favor, no mirarlos a los ojos...".
En Bali, descubrimos que los monos son sagrados y que viven en un auténtico bosque, "siempre tienen ganas de jugar y de comer, incluso la ropa...". En un templo descubrimos que es una espectacular serpiente pitón la que guarda el sagrado escenario y el Templo de los murciélagos nos pone los pelos de punta, por su impresionante ruido, "tiene diez kilómetros de longitud y nadie se ha atrevido a entrar".
"Están a menos de tres metros de distancia...son espectaculares". Con esta emoción se expresa una de las turistas que realizan la excursión para el avistamiento de ballenas en la Patagonia Argentina, además nos bañamos con lobos marinos y en Punta Tombo paseamos en compañía de pingüinos asno, que se comunican con un característico sonido. También es peculiar la forma de comunicarse los chimpancés de Uganda. "Por su olor sabemos que están cerca y golpeando el tronco de un árbol, podemos saber donde se encuentran".
Pero si quieren saber dónde se encuentra la mayor reserva de flamencos del mundo. La respuesta está en el Parque Nacional Lago Nakuru, "es un espectáculo de la Naturaleza".