Alba llegó a la carpa de ‘Bake Off’ muerta de miedo y con la sensación de que Dios iba a marcar su destino, pero tras una primera tarta desastrosa, se vino arriba y ha demostrado ser una gran pastelera. Con mucho tesón y esfuerzo, Alba ha sorprendido al jurado con postres riquísimos y muy, muy bonitos que le han llevado a ser la segunda finalista del concurso. Además, no se va a casa con las manos vacías, se lleva un estupendo robot de cocina Kenwood.