Verdeliss explica qué sucesos de violencia obstétrica le llevaron a optar por el parto en casa: "Se me privaba de información"

La violencia obstétrica es una práctica invisibilizada que sufre casi un 40% de las mujeres españolas. Mientras los profesionales sanitarios niegan esta forma de violencia, la ONU ha condenado a España hasta en tres ocasiones por estas técnicas invasivas. 'Focus' investiga esta violencia sobre las mujeres conociendo de primera mano el testimonio de algunas víctimas. Entre ellas, el de la influencer 'Verdeliss'. 

Cortar la vagina para que el bebé salga antes de acabar el turno, programar una cesárea para salir de vacaciones o extraer al recién nacido con fórceps para que aprendan los estudiantes son solo algunos de los ejemplos de una violencia tan normalizada que es silenciada

"Hay una resistencia a asumir este problema", dice Marina Trigos, la matrona CEO de 'Casa de Partos'. Porque a pesar de que el término 'violencia obstétrica' no está recogido en la legislación, es una realidad que sufre a diario en los hospitales españoles. 

Verdeliss cuenta a 'Focus' su testimonio como víctima de violencia obstétrica

Estefanía Unzu es 'Verdeliss', una influencer con ocho hijos que ha asegurado a 'Focus' haber sufrido violencia obstétrica en varios de sus partos. El último decidió hacerlo en casa, donde se sentía segura y "no tenía que pelear con nadie". 

"Mi primer hijo no me cuestioné nada porque no esperaba nada. Fue de lo más protocolario: con su dosis de oxitocina, incluida maniobra de 'Kristeller', horas en la cama sin poderme mover... Y fue a raíz de mi segunda hija que esperé mucho en casa porque me habían enseñado que cuanto más esperes, menos tiempo estás en el hospital. Pero cuando llegué la matrona me preguntó si quería la epidural y estaba ya en dilatación completa. Es algo que no me dijo y pensé que entonces las mujeres sí que estamos preparadas para parir", confesaba a 'Focus'. 

Con sus siguientes partos, Verdeliss y su marido decidieron optar por partos naturales y comenzaron con la idea de hacerlo en casa ya que tuvieron experiencias en las que su marido no pudo estar presente. Algunos partos de Verdeliss fueron prematuros, por lo que no tuvieron opción. Pero con el octavo embarazo, todo se dio para que la pequeña de la familia naciese en un entorno donde todos los miembros disfrutaron del acontecimiento. 

"Tenemos un recuerdo súper tranquilo y calmado. Yo estaba entrenando y mientras corría le dije a mi entrenadora que estaba sintiendo esas contracciones. Entré en la piscina notando ese deseo de pujo y arropada casi como mis hijos haciendo de animadores (...) Sentimos una paz tremenda, una ilusión, un agradecimiento... Cuando estás informada es cuando te liberas de esos miedos. Eso es lo importante", compartía Verdeliss con 'Focus'. Además, explicaba la naturalidad con la que ella y su marido enseñaron a sus otros hijos el milagro de la vida.