La homofobia en el fútbol sigue siendo hoy en día un gran problema. Aunque han sido muchos ámbitos profesionales los que han querido dar visibilidad a este problema, en el mundo del deporte y más aún en el fútbol, sigue siendo un gran veto.
En España, ningún futbolista profesional en activo, ni tampoco en retirado, ha manifestado nunca una orientación sexual contraria a la heterosexual. Desgraciadamente, en los estadios se siguen escuchando insultos homófobos sin que nadie haya puesto remedio. Han sido numerosas las campañas contra el racismo en el fútbol, pero ninguna que se recuerde a favor de los derechos del colectivo LGTB. Cabe destacar la equipación con franja arco iris que el Rayo Vallecano llevó en 2015, aunque esta iniciativa no solo defendía la libertad de orientación sexual sino que apoyaba también la lucha contra el cáncer o la violencia de género.
Con motivo de este día, el Leganés lucirá el miércoles ante el Real Madrid el brazalete arcoiris contra la LGTBfobia en el deporte.
En la historia del fútbol, sólo un futbolista en activo decidió hacer pública su homosexualidad. Fue Justin Fashanu, en 1991, cuando militaba en la Premier League. Este futbolista fue invitado a marcharse de su equipo y terminó yéndose a Estados Unidos, donde tristemente terminó suicidándose.
Son escasos, tan solo cinco, los jugadores que decidieron salir del armario una vez acabadas sus carreras deportivas, por miedo a no ser aceptados. Se trata de los jugadores Robbie Rogers, David Testo, Thomas Hilsperger, Anton Hysen y Didac, el único futbolista en hacerlo en España.