Análisis de Twelve Minutes: una aventura gráfica en un bucle temporal

  • Una aventura gráfica muy peculiar, atrapada en un bucle de doce minutos que se repite una y otra vez

  • Un título aparentemente sencillo pero que propone un puzle lleno de giros y aristas

  • Una experiencia muy original para Xbox Series, Xbox One y PC

Los bucles temporales son uno de los recursos más utilizados en el cine y en los videojuegos. Para muestra un botón, teniendo grandes obras como el conocido Día de la marmota con Bill Murray, El efecto mariposa protagonizada por Ashton Kutcher o Al filo del mañana son algunas de las que más han marcado un género que también hemos podido ver en los videojuegos. Life is Strange, Returnal o el futuro Deathloop también han apostado por esto, algo que no se prodiga tanto pero que sí que es muy efectivo e interesante.

La última en apuntarse y explotar esta atmósfera ha sido Annapurna Interactive y Luis Antonio con Twelve Minutes, que llevan su obra a Xbox Series X|S, Xbox One y PC (también incluidos en el servicio Xbox Game Pass). La premisa de juego es muy sencilla pero la complejidad de su trama, todas las posibilidades y caminos proporcionan una gran cantidad de posibilidades. Jugar con tus propias armas, reunir información, ser rápido en tus decisiones y no olvidar nada de lo que has escuchado o leído son algunos de los puntos importantes para sumergirse en esta trama.

Una acusación que se repite una y otra vez

Tras un día de trabajo nuestro protagonista, del que tomaremos el control en todo momento, llega a su casa y es recibido por su esposa. Ha cocinado un delicioso postre, con una noticia importante que contar y música ambiental y velas, todo parecen los ingredientes perfectos para una noche muy especial. Y así es, todo transcurre con una gran normalidad hasta que pasan doce minutos, momento en el que un policía tocará a la puerta del apartamento y acusará a tu mujer de haber cometido un asesinato. Pasado este tiempo algo extraño ocurre, todo se repite una y otra vez cada doce minutos y no hay manera de salir del bucle.

Muchos son los frentes que se encuentran abiertos y comenzamos con un hilo conductor que da pie a una intensa historia que tocará muchos temas como el honor, las disputas familiares, un crimen sin resolver y sobre todo los bucles temporales. Demasiadas son las preguntas que se plantean al inicio de Twelve Minutes como, ¿Por qué tu mujer es acusada de asesinato?, ¿Qué tiene que ver un misterioso reloj con todo este asunto?, ¿Qué busca realmente ese policía?, ¿Qué importante noticia tiene que contarnos? Todo esto se desgranará conforme pasemos de un bucle a otro, reuniendo las pruebas necesarias para obtener más información.

Reúne información

Sus mecánicas jugables son muy sencillas y se adaptan de manera más que eficiente tanto a las consolas como PC a través de unos controles point and click con los que seleccionar un lugar u objeto con el que deseemos interactuar. Este una vez se haya tocado se almacenará en un inventario para dárselo a un personaje o utilizarlo para un fin determinado. Una taza, un bote de pastillas, un cuchillo, un teléfono móvil, un regalo envuelto e incluso un plato con un dulce son algunas de las claves para resolver este misterio, por muy absurdas que parezcan. Estos a su vez pueden combinarse y mezclarse, por lo que se tiene total libertad para usarlos. ¿Quieres darle el teléfono móvil al policía?, ¿Llenar la taza con agua y ofrecerla a alguien? Es totalmente posible para ir avanzando en los bucles.

A medida que se vaya entrando y saliendo de estos, se irá ganando información. A la hora de hablar con un personaje se desbloquearán una serie de diálogos con diversas opciones y temas, estos generarán una conversación con la que se aportarán datos con los que a su vez tomar decisiones, encontrar un objeto oculto o actuar de una forma diferente. Es curioso que al inicio de la partida todo parece no tener sentido y conforme se reinicie la historia varias veces se irá tirando de un hilo con mucha más información, trayendo una trama argumental muy interesante.

Una buena forma de definir Twelve Minutes es un puzle de grandes dimensiones que habrá que ir solucionando poco a poco, por lo que es inevitable ser apaleado por el policía, que la mujer eche de casa al protagonista o incluso que se agoten los doce minutos antes de comenzar un nuevo bucle. Es cierto que muchos de los diálogos se repetirán en múltiples ocasiones, algo lógico ya que al desbloquear más datos habrá que repetir esas conversaciones una y otra vez, algo que además puede adelantarse a mayor velocidad para ir más rápido. Eso sí, eso también afectará a los minutos con la duración que estas tienen en la duración del bucle. Cada objeto tiene su labor, buscar en el teléfono móvil y los mensajes, llamar a números en la agenda o abatir al policía incluso llevándolo a la muerte puede ser un camino adecuado.

Un reparto de nivel

Es curioso como algo tan grande y con tantas posibilidades se desarrolle en un entorno tan pequeño, un apartamento compuesto en tres habitaciones: el salón principal, el dormitorio y el cuarto de baño. Estos esconden muchos secretos, por lo que es aconsejable interactuar con prácticamente todo lo posible. Su duración para la fórmula a la que nos enfrentamos es bastante considerable, de seis a ocho horas en las que descubrir todos sus secretos y distintos finales. Los giros de guión y sorpresas en la trama son constantes, algo que mantendrá enganchado de principio a fin.

En materia técnica destaca por lo sencillo que es en su apartado gráfico, teniendo en todo momento una vista cenital en la que dirigir al personaje e interactuar con todos los elementos. Un detalle curioso es que prácticamente ni se les ve la cara y a pesar de esto transmiten una gran personalidad y profundidad gracias al desarrollo de las historias que tienen tras de sí.

Sus movimientos y animaciones son correctas, así como unos efectos de iluminación trabajados. Su doblaje llega con un reparto de voces de alto nivel, encabezado por Willem Dafoe, James McAvoy y Daisy Ridley que dan voz a los protagonistas. No es que la música juegue un papel clave en Twelve Minutes, pero sí que es interesante como muchas de sus notas entran en momentos precisos para proporcionar esa tensión e intensidad.

En definitiva...

Twelve Minutes nos ha sorprendido y de qué manera. Es gratificante ver como una historia que tiene muchos elementos que no tienen correlación vayan formando una trama potente, interesante y llena de giros de guión. Sus controles son acertados, sobre todo mejora en PC al tratarse de un point & click, además de su sobresaliente doblaje. Si eres un jugador que da importancia a la trama argumental y buscas una experiencia de juego sencilla y que no requiera mucho recorrido en videojuegos, Twelve Minutes es lo que estás buscando. Eso sí, ¡date prisa! Sólo tienes doce minutos para resolver este crimen.