Análisis de The Binding of Isaac: Repenteance, la versión definitiva del famoso roguelike

  • El fabuloso roguelike indie creado por Edmund McMillen llega con todas sus ediciones, expansiones y contenido en una edición definitiva: The Binding of Isaac: Repenteance

Podríamos decir que Nicalis es una de esas desarrolladoras que fueron pioneras en el panorama de los videojuegos independientes. Ha innovado y vuelto a inventarse en cosas que parecían que no podían tener un mayor giro de tuerca. Muchos recordamos grandes producciones que nos han mantenido enganchados durante muchas horas junto al mando. Cave Story, por ejemplo, proporcionó un giro al género metroidvania y permitiéndonos disfrutar en prácticamente todas las plataformas de estas aventuras. VVVVVV trajo un complicado trabajo gravitatorio apto para los más pacientes. The End is Night, Eliot Quest o Code of Princess EX, junto a Ikachan son unos de los muchos nombres que podemos mencionar.

Pero si hay uno que sobresale entre todos es The Binding of Isaac. Este definió sobremanera el género de los roguelike proporcionando unas mecánicas procedimentales, unos controles accesibles y sobre todo una formula adictiva en todos sus puntos. Lo terrorífico, bizarro e irreverente de la historia que rodea a Isaac también lo han hecho un icono dentro de este estilo de juego y que muchos han procurado imitar y que, si bien algunos lo han superado y otros lo han superado, lo que si tenemos claro es que este tiene algo único.

Ha pasado ya una década desde que la aventura desarrollada por Edmund McMillen vio la luz en Steam, recibiendo multitud de actualizaciones y ediciones que lo hicieron pasar por los subtítulos de Rebith, Afterbirth o Afterbirth Plus. Todas estas incorporando una serie de contenidos y pasando por multitud de plataformas. Hoy os hablamos de The Binding of Isaac: Repenteance, que podríamos decir que es su edición definitiva en la que se reúnen todos los contenidos lanzados hasta la fecha y acercando la experiencia a las consolas de nueva y pasada generación, así como los PC.

Una década de contenidos en un único juego

Para aquellos que no sean asiduos a este juego o no hayan tenido la oportunidad de jugarlo, The Binding of Isaac: Repenteance cuenta las aventuras y desventuras del pobre Isaac. Recalcamos este adjetivo porque nuestro protagonista únicamente pasará penurias durante todo el periplo en la aventura. Este es un niño que pasa su infancia en casa de su madre, una adicta a todo tipo de contenidos religiosos y de los cuales un día recibirá la llamada divina por parte de una entidad que le exigirá el sacrificio de su hijo. Fruto de todo esto, le hará ponerse manos a la obra, pero Isaac no se lo pondrá nada fácil, huyendo a los sótanos de su casa. Lo que parecerá una huída sencilla se complicará, dado que él desconoce todo lo que irá encontrando conforme vaya desciendo planta por planta.

Tal y como podéis ver en su argumento, este se encuentra cargado de multitud de referencias, humor negro y sobre todo un tono irreverente, jocoso y crítico a este perfil de población. Las referencias a la religión son más que evidentes, teniendo personajes seleccionables en el plantel de disponibles con nombres como Magdalene, Cain, Eve y Samson o el propio Judas entre otros. Por otra parte, los pactos con el diablo para mejorar al protagonista, referencias a pasajes de la Biblia que utilizar a tu favor o el Necronomicon darán como resultado un revoltijo de lo más aleatorio, absurdo y divertido. También la astrología forma parte importante, teniendo cartas de tarot dispuestas por los escenarios y cuyas figuras proporcionarán poderes especiales durante un tiempo limitado.

Pero comencemos con sus mecánicas jugables. Si por algo destaca es que nunca tendremos una partida igual gracias a su tecnología procedimental, creando unos mapeados con salas totalmente aleatorias que cambian su estructura, caminos y disposición de los enemigos. Por ejemplo, podemos empezar en un primer momento con un par de estancias que nos lleven hacia el jefe final de esa planta y en otros casos recorrer muchas más, pero siendo premiado con objetos. Isaac tiene una serie de movimientos por defectos, siendo el principal de ellos las lágrimas que dirigir a cualquier lugar e impactar a los enemigos que se abran paso. También tiene la habilidad de dejar bombas por su camino capaces de eliminar gran cantidad de vitalidad a un rival o abrir estancias que inicialmente se encontraban ocultas y en ellas aguardan secretos.

Una curva de dificultad exacerbada

Sobre el papel todo parece muy sencillo, pero cuenta con una gran profundidad que lo hace realmente adictivo. Empezaremos con que el protagonista está en constante evolución durante la partida, encontrando todo tipo de mejoras y power-ups que harán que sus lágrimas puedan cargarse y hacer más daño, que estas sean con sangre, que inmovilicen o intoxiquen, al contrario. La forma física se pasará por muchos cambios, sustituyendo su apariencia y haciendo que pueda ir más lento, sea un blanco fácil o se mueva a mayor velocidad. Cada objeto y mejora supone un precio sobre Isaac, por lo que habrá que escoger de forma inteligente para equilibrarlo al máximo.

La variedad de enemigos es abrumadora, contándose prácticamente por cientos, teniendo clones del protagonista que se desmenuzarán para correr, excrementos que ensuciarán el escenario y al pisarlo quitarán vida o murciélagos dispuestas a chupar la sangre. A esto tienen que sumarse los jefes finales que aguardan al final de las estancias, teniendo múltiples mecánicas que descubrir y sumándose por decenas, teniendo algunas historias tras ellos. Una vez sean derrotados se obtendrán recompensas aleatorias, pudiendo ser cofres con más vitalidad, corazones adicionales o nuevas habilidades. En ocasiones pueden abrirse salas con las que pactar con el diablo sacrificando corazones, siendo movimientos que pueden ayudar mucho, pero a un alto precio.

Si bien parece que la experiencia puede ser bastante limitada, no lo es para nada. Pasarlo por primera vez y derrotar a la madre de Isaac costará muchos intentos, descubriendo el primer final de la historia. Debe jugar bastantes veces más para descubrir todos los secretos de la trama, así como desbloquear a los personajes adicionales. Por otro lado, se incorporan desafíos diarios, otros retos con mazmorras aleatorias y en condiciones desfavorables y tablas de clasificación en las que subir tus puntuaciones. Estamos ante juego para nada monótono, que ofrece partidas muy diferentes cada vez y totalmente adictivas.

Un sinfín de novedades

Ahora bien, ¿qué justifica la compra de Repenteance? Bien sencillo, tener todos y absolutamente todos sus contenidos en el mismo título. Con esto hablamos de tramas argumentales, objetos, enemigos y jefes finales, así como personajes seleccionables. Las incorporaciones las encontramos con Bethany, un auténtico hándicap de protagonista que no podrá sumar corazones a su contador de salud o Jacob y Esaú que comparten su propia energía entre muchos otros. Otro de los añadidos interesantes son los efectos producidos sobre los enemigos, pudiendo ahora congelarlos durante unos segundos, uniéndose a la intoxicación o quemaduras.

Si por algo destaca es por su renovado aspecto visual, adaptándose a la alta resolución de todos los sistemas y dando unos acabados de personajes mucho más trabajados y pulidos. Es cierto que los diseños no son excesivamente realistas, pero si lo suficientemente variados y carismáticos para sacar más de una carcajada y sorprender.

El rendimiento del juego cumple con creces, llegando a cargar multitud de personajes, ataques y animaciones al mismo tiempo sin resentirse lo más mínimo. Mención aparte a la variedad en los escenarios, generándose estructuras lógicas de forma procedimental y dando algo distinto a cada partida. Por último, mencionar las mejoras en su banda sonora y efectos de sonido, añadiendo pistas totalmente inéditas y pequeños sonidos al coger un objeto, entre otros. El juego no cuenta con un doblaje al uso, pero sí con pequeñas frases en inglés en sus secuencias de inicio y fin, al igual que cuando se usan habilidades concretas.

En definitiva…

Esto es todo lo que da sí The Binding of Isaac: Repenteance. La nueva apuesta de Nicalis con el bueno de Isaac que cumple ya una década a sus espaldas y lo hace con una edición con todos sus contenidos habidos y por haber y haciendo lo que mejor sabe hacer, dar partidas distintas y más que adictivas. Si eres aficionado al género roguelike y buscas algo que te mantenga enganchado durante horas, para de buscar, has encontrado tu juego.