Análisis de Chorus: navecitas como las de antes

  • Chorus, un shoot'em up de acción espacial que es una auténtica delicia y que recuerda a los juegos de naves de los 90

La resurrección de los shoot'em ups y la acción espacial continúan llegando con cuentagotas, pero si es de la forma en la que los vamos recibiendo y teniendo estos altos estándares de calidad, mejor que mejor. Con Chorus, título que llega de la mano de Fishlabs, conocido actualmente como Deep Silver Fishlabs, y la editora Deep Silver a la nueva y pasada generación de consolas. Muchos juegos se continúan sumando al ya mencionado género, ya sea de mejor o peor manera, aunque sí que echamos de menos la presencia de entregas a las sagas Starfox, el desapercibido Starpoint Gemini o el ya sabido Star Wars Squadrons.

Este último caso es uno de los más recientes, llegado el pasado año bajo la batuta de EA Motive y sentando muchas de las bases que podemos ver en Chorus. Cierto es que las diferencias entre este y Chorus son notables, pero ambos terminan bebiendo de mecánicas más arcade y dejando de lado la simulación, centrándose en descargar grandes cantidades de disparos y misiles al mismo tiempo que se esquivan enemigos y siendo un auténtico estratega. Eso sí, a pesar de que tenga unos tintes como los que veíamos en la década de los noventa y principios de siglo no implica que sea un título sencillo, ya que se tienen múltiples misiones, objetivos secundarios y sobre todo una dificultad exigente en una historia que nos traslada a espectaculares batallas espaciales.

Una historia de venganza y redención

Una de las principales peculiaridades de Chorus es su historia, centrándonos en el papel de Nara, una piloto torturada por su pasado y que lucha contra lo que anteriormente fue. Nara era anteriormente la mejor de los pilotos que servían a una deidad de un culto religioso como El Profeta dentro del Círculo. Esta ha dejado atrás un pasado en el que busca su redención, donde vio al padre que jamás tuvo en la sombra del Profeta y que gobierna actualmente a golpe de violencia todo este universo. Tras mucho tiempo bajo su sombra, es el momento en el que Nara rechace luchar por una causa injusta y pasar al bando contrario junto a su inteligencia artificial Forsaken, para acabar con un gobierno bajo un puño de hierro del Profeta.

Chorus basa mucho del peso de su historia en conceptos como la redención y dejar el pasado atrás, algo que a lo largo de sus múltiples secuencias y horas de juego descubriremos que no hay lugar en el que esconderse y que el pasado siempre regresa. Con el personaje de Nara tenemos una personalidad totalmente torturada que intenta dejar atrás toda la senda de destrucción que ha sembrado, con una personalidad introvertida, pero que denota mucha fuerza y un pasado repleto de flashbacks que acompañan y descubren más sobre ella. Por otro lado, Forsaken, será un apoyo constante con el que colaborar para formar una pareja destructiva. Uno de los aspectos más llamativos en la manera de contar su historia es la introversión de Nara, que al más puro estilo Hellblade: Senua's Sacrifice, habla para sí misma en muchos momentos y muestra lo que realmente piensa, contando lo contrario que expresará a los demás.

Pero dejando a un lado el peso de su historia toca centrarse en sus mecánicas jugables, poniéndonos en los controles de una auténtica nave espacial que mover con total libertad y derrotar a los enemigos que aparecen por pantalla. Aunque la premisa parece sencilla, nada más lejos de la realidad tiene unos controles y dificultad con exigencia y que requerirá del máximo de concentración y pericia. Con una cámara en tercera persona trasera se cuenta con una vista general en la que tener un control de todo lo que sucede en una pequeña cantidad de segundos.

Pequeñas naves enemigas desplegando sus estrategias y grandes cantidades de láser, portaviones a los que acceder y destrozar sus escudos y la aparición de misiones de todo tipo que no darán un respiro. Desde el primer minuto el juego proporciona una buena accesibilidad al jugador, desafiando a disparar, destruir los escudos enemigos y acabar con estos. En un abrir y cerrar de ojos, con el desbloqueo de habilidades esta experiencia se vuelve algo más compleja donde habrá que esquivar, realizar maniobras gravitatorias con las que variar la dirección del vuelo o despistar al enemigo teletransportándose.

Acción, armas y estrategia

Con todas estas técnicas sobre el papel tenemos algo muy atípico y que nos recuerda a los hack'n slash en tercera persona más que en una experiencia cercana a los shoot'em up. Sus mecánicas son sencillas de aprender, pero difíciles de dominar, ya que únicamente pulsando un botón esquivaremos, dispararemos o nos desplazaremos a gran velocidad. Usarlas es muy sencillo, pero encajarlas en el fragor de la batalla resulta algo más complicado, teniendo que reaccionar de forma muy rápida y pensar que una retirada a tiempo puedo ahorrarte perder la vida. La nave, además de tener un completo armamento compuesto por láseres, misiles y rayos de plasma incorpora un potente sistema de salud y escudos que la protegerá y proporcionará unos segundos muy valiosos y otra oportunidad para salir vivos de un asedio enemigo.

La estrategia es otro punto interesante ya que la salud y sus escudos se encuentran limitados desde un inicio, teniendo una cantidad de energía limitada que se verá aumentada con el paso de las horas a través de un sistema de mejoras. Estas resultan muy útiles porque en todo momento se estará superado en número. Es un sistema de combate muy divertido y que incorpora muchas armas que se usarán constantemente entre las que destacan su lanzacohetes, con unidades prácticamente contadas y que sacarán del atolladero en más de una ocasión o los cañones láser, lanzando ráfagas de diferentes tipos y causando múltiples efectos.

Como mencionábamos anteriormente, estas serán mejorando con el paso de las horas y ayudarán en misiones en las que se deben pulsar interruptores, destrozar el núcleo interior de una baliza o resolver un pequeño puzle a gran velocidad. Sus misiones son entretenidas y variadas, pero requieren de reflejos y un buen manejo de la nave, lo que puede ser frustrante para aquellos acostumbrados a experiencias más sosegadas y pausadas.

Dificultad exigente y misiones gratificante

A pesar de ser un juego exigente en muchos puntos, Chorus es un título justo y gratificante a la hora de lograr pasar un determinado objetivo. Si eres un fanático de este tipo de dificultades, estás de enhorabuena ya que se incorpora un sistema de muerte permanente que obligará a empezar desde el inicio la misión siendo un reto aún mayor. La exploración es un aspecto importante dentro del título, donde dentro de una misión se esconden otros objetivos secundarios donde encontrar objetos coleccionables y obtener mejoras para las armas y el equipamiento de la nave. Estas sobre todo corresponden a bonificaciones, ofreciendo un porcentaje más en la velocidad de disparo o el daño que se ocasiona al enemigo. A pesar de no parecer gran cosa hacen todo un mundo dentro del juego, facilitando mucho la vida en las misiones más exigentes.

Nara también tiene sus propias habilidades que utilizar en favor de los objetivos, teniendo un estado cercano a los déjà vu en los que destapar recuerdos que ayudan y mucho en el combate al igual que ralentizar el tiempo y realizar maniobras de una forma más precisa. Coordinarse con Forsaken es otro aspecto interesante, permitiéndonos teletransportarnos a una gran velocidad y huir momentáneamente y aparecer justamente en sus espaldas para descargar un potente ataque.

Si todo lo bueno lo hallamos en su parte jugable, hay ciertos puntos en materia técnica que dificultan un poco la aventura. Esto lo hallamos en su interfaz, no ofreciendo las ayudas necesarias para localizar piezas para mejorar la nave u objetos que ubicar para la resolución de misiones secundarias. Por otro lado, los escenarios gozan de una gran amplitud, pero al mismo tiempo del exceso de elementos a nuestro alrededor como asteroides o construcciones totalmente destrozadas que limitan la visión y centrarse en los combates.

Uno de los principales atractivos en su apartado gráficos son los notables efectos de iluminación, proporcionando una estampa muy bella. Por otra parte, los diseños en los personajes y naves son espectaculares, gozando de gran realismo y personalidad. Todo esto junto a un gran rendimiento en consolas y PC, no ralentizándose lo más mínimo, ni sufriendo caídas de FPS en ningún momento y con la ausencia de defectos gráficos graves. En cuanto a su banda sonora contamos con piezas que ambientan de forma eficiente los escenarios y misiones además de tener unos toques corales que las dotan de majestuosidad. Además de esto llega con voces en inglés.

En definitiva…

Chorus es un título muy divertido y con una puesta en escena espectacular. Tenemos a nuestra disposición un shoot'em up cargado de contenido y muchas misiones principales y secundarias que realizar dentro de un marco espacial. No os vamos a mentir, es un juego exigente y desafiante, obligando a ser estratega y cauto en lo que acciones repercute. Si buscas una experiencia que te recuerde a grandes clásicos de acción tridimensional espacial o una puesta en escena que ponga a prueba tus capacidades, paciencia y reflejos... Chorus colmará tus expectativas.