Guía de viaje de Fuerteventura y La Gomera: la 'isla afortunada' y la 'isla mágica'

DÓNDE IR 

Fuerteventura y La Gomera, dos islas, en dos provincias diferentes, una en Gran Canaria, otra en Tenerife, pero que son un mismo paraíso. 

La capital de Fuerteventura, Puerto del Rosario, invita a dar un paseo por la Playa Chica, la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario o la casa museo de Miguel de Unamuno, que fue desterrado por Primo de Rivera a la isla. 

O se puede visitar Betancuria, la antigua capital de las Islas Canarias, que está en la lista de los pueblos más bonitos de España. 

Las playas del sur, en Jandía, son un tesoro. Kilómetros de arena dorada bañadas por un mar Turquesa donde, entre otros rincones, se celebra desde hace más de 30 años el Campeonato del mundo de kitesurf y windsurf. 

Al norte, Corralejo y sus dunas, que son Parque Natural, y la Isla de Lobos, donde dar un paseo en velero, o practicar esnórquel. 

En La Gomera el paisaje cambia por completo. Le llaman “la isla mágica” porque en el centro se sitúa el Parque Natural de Garajonay, con sus característicos bosques de Laurisilva, de época prehistórica. También le llama “la isla colombina”, al ser punto de avituallamiento de Cristóbal Colón antes de partir hacia el Nuevo Mundo. En su capital, San Sebastián de La Gomera, se encuentra la Casa Colón y el paseo por la ciudad es una delicia. 

Conocemos el silbo gomero, un lenguaje aborigen que aún se practica y se da en las escuelas, para poder comunicarse entre los barrancos y valles de la isla. 

Porque La Gomera es eso, una isla pintada con barrancos, valles, palmerales, bancales que llegan hasta el mar, en pueblos como Agulo, Vallehermoso, Hermigua, Valle Gran Rey… 

 TRANSPORTE 

Al contar con sus propios aeropuertos, las islas son muy accesibles por avión. Desde Gran Canaria y Tenerife se conectan vuelos cada día. También el ferry es un medio de conexión muy utilizado por turistas y locales. 

La mejor manera de moverse tanto por Fuerteventura como por La Gomera es el coche de alquiler. En el caso de Fuerteventura, las distancias no son largas, se puede recorrer la isla de norte a sur en dos horas y media. En La Gomera, al ser una isla llena de barrancos, las curvas están aseguradas, pero la conducción es un regalo, por las vistas que se van descubriendo ante nuestros ojos. 

 ABRIR BOCA 

La oferta gastronómica canaria es amplia y no pueden faltar las papas arrugás y el gofio, una harina que fue la base de la alimentación en todo el archipiélago y que en los últimos años la están recuperando. En Fuerteventura es obligado probar el queso de cabra majorero, premiado internacionalmente, en algunas de sus muchas queserías artesanales. No podemos olvidar los pescados de la costa, como el cherne, o la carne, bien la de cabra o de cochino frito. 

En La Gomera probamos el almogrote, una pasta de queso con pimentón típica de la isla. El atún rojo es todo un manjar, así como las galletas gomeras, con canela o almendra, y el famoso sirope de palma. 

DORMIR 

En Fuerteventura es recomendable alojarse unos días al norte, en Corralejo o el Cotillo, o bien en el centro de la isla, en puerto del Rosario o Caleta de Fuste, muy cerca del aeropuerto. Y pasar alguna noche más al sur: en Costa Calma o Morro Jable para visitar las playas del Cofete y La Pared

Si buscas playa, en La Gomera, la zona de Playa Santiago y Valle Gran Rey son tus destinos, y si buscas recorrer algunos de sus 18 senderos del Parque Garajonay, se puede elegir Hermigua, Vallehermoso o Agulo, donde desde el Mirador de Abrante se puede divisar el Teide, en la vecina isla de Tenerife. 

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