Con estas condiciones, será cuestión de minutos que salte la chispa y la cocina estalle por los aires. Elena, estudiante de enfermería de raíces rumanas, se encargará de que Arancha, su archienemiga en la competición, arda como el Windsor. Es una fan acérrima de Pamela Anderson y así lo prueba su operación de pecho. En este caso, cambiará el flotador por una cerilla y un bidón de gasolina. Cuando Arancha quede reducida a cenizas, Maribel, vendedora de calzado, ocupará su puesto con mucha gloria y poca pena.
Para intentar sofocar el fuego presente en las veladas, Emilia hará gala de su afabilidad y su capacidad para divertirse. Y es que a pesar de tener 66 años, esta frutera jubilada demostrará con creces que la fiesta no tiene edad, como acredita su flamante último tatuaje. Pronto se ganará el respeto de todos sus compañeros.
Con un infernal solo de guitarra como comparsa, el rock llegará a 'Ven a cenar conmigo' de la mano de Kake. Este músico de profesión, con un look acorde con sus gustos, se colocará la escafandra desde el primer momento para evitar la asfixiante refriega. Mostrará también su fanatismo por el Caballero Oscuro, aunque una de sus compañeras se llevará una desagradable sorpresa con un "ser" arácnido…
El asombro seguirá presente cuando Matías, empresario de éxito, muestre su extensa colección de coches y motos. Aparte de recorrer el mundo sobre ruedas, es un excelente jinete. Sus presuntuosos alardes, y su afán por presumir de alto poder adquisitivo tentarán a sus compañeros a practicar la piromanía en su mansión copada de tapices adamascados y mármoles de Carrara.
Con tanta concatenación de accidentes domésticos, los bomberos madrileños (y los espectadores) tendrán trabajo y diversión para rato.