Moción de censura por conflictos políticos, la próxima semana en 'Ven a cenar conmigo'

cuatro.com 01/06/2018 14:24

En la mesa no se habla ni de política ni de religión. Lo saben las madres en víspera de Nochebuena y cualquier yerno novato enfrentado a la primera reunión familiar con sus cuñados. Esta semana, con Sevilla como sede, los concursantes de ‘Ven a cenar conmigo’ dejarán el protocolo por los suelos para lanzarse al ruedo político. Derechas contra izquierdas, la eterna disputa, llega hasta el concurso gastronómico de Cuatro. ¿Terminarán en elecciones anticipadas?

El primer ‘polítólogo’ de la noche es José Luis, un empresario hostelero de 40 años. Su mayor pasión es España y ama a su país por encima de todas las cosas. Este patriota empedernido mostrará en todas las galas su fetichismo nacionalista. Su lucha sin cuartel por la rojigualda le ha llevado a convertirse en un auténtico hater de cualquier tipo de activismo en general y de los perroflautas en particular. Su aversión por las rastas y las riñoneras le hará chocar con Chari, administrativa de 33 años muy concienciada con los movimientos sociales que está dispuesta a llevar sus reivindicaciones a cada una de las cenas hasta convertirlas en un mitin.

La lucha ideológica de Chari estará acompañada por su sinfín de alergias que darían para empapelar la Giralda entera. Sus intolerancias alimentarias serán la excusa perfecta para boicotear las cenas de sus compañeros que desearán, con todas sus fuerzas, iniciar una moción de censura y acabar con las discusiones que ella y Jose Luis protagonizan sin parar.

El duelo político contará con la visión de una profesional de los medios. Ella es Eva, de 47 años, con experiencia como presentadora y operadora de cámara. Será la encargada de aportar una buena dosis de farándula a esta edición del programa. Marcos, masajista de 43 años, utilizará su imagen de madurito seductor para intentar encandilar a sus compañeros. Y por último, Maria José, ingeniera informática de 24 años, desencriptará los malos rollos para convertirlos en ternura.