José María Marco, número 2 de Vox en las pasadas elecciones autonómicas por la Comunidad de Madrid, ha dejado el partido por “motivos de salud”, aunque las razones apuntan más a su inclinación sexual. El hecho de que sea gay se destapa como la razón principal de su renuncia a su acta de diputado y no por “motivos de salud”, aunque haya gente dentro de su partido que si lo que defina como enfermedad.
Rocío Monasterio, la candidata de Vox a la Comunidad de Madrid, ha reconocido públicamente en más de una ocasión la “libertad” para que los padres puedan llevar a sus hijos gays a terapias en donde se busca revertir la homosexualidad para de los mismos y sean heterosexuales.
Su postura frente a la homosexualidad le está pasando factura al partido de Abascal. La dimisión de Marco no es la única renuncia por estos motivos. Una concejala electa en Torremolinos que se mostró a favor del movimiento LGTBI y que protagonizó el izado de la bandera del Orgullo Gay en un balcón, se marchó de Vox después de recibir presiones para que abandonase la formación política, declarando que prefiere “formar parte del Orgullo LGTBI antes que de Vox”.