Decenas de bidones con residuos fueron lanzados en las costas gallegas hace décadas: "Su carga radiactiva es equivalente a la de Fukushima"

Decenas de bidones con residuos fueron lanzados en las costas gallegas hace décadas: "Su carga radiactiva es equivalente a la de Fukushima"
Decenas de bidones con residuos fueron lanzados en las costas gallegas hace décadascuatro.com
  • ‘Cuarto milenio’ ha rescatado una historia que ocurrió hace décadas, pero cuyo peligro sigue vigente

  • Decenas de bidones con residuos radiactivos fueron lanzados al océano entre los años 1946 y 1982

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‘Cuarto milenio’ trata en esta última entrega un asunto que inquieta, y mucho, en la zona de Galicia. Era el periódico ‘ABC’ quien hace un par de semanas hablaba de “el proyecto que revisará los bidones con material radioactivo abandonados a 800 kilómetros de la costa gallega”. Y es que hace mucho tiempo hubo una increíble batalla que tiene que ver con una serie de bidones y Paco Pérez Caballero ha investigado sobre el asunto.

En lo más profundo del océano, cerca de las costas de Galicia reposa una amenaza desconocida y olvidada: miles de toneladas de residuos radiactivos cuyo estado hoy es una auténtica incógnita.

“No se sabe exactamente cuántos bidones se vertieron, hubo mucha opacidad informativa. Esto ocurrió entre los años 1946 y 1982, año en el que las movilizaciones ciudadanas consiguieron frenar los vertidos. Estas personas que protestaban consiguieron filmar cómo desde los barcos lanzaban esos bidones con residuos”, explica la periodista Natalia Monje.

El miedo a la radiación hizo que los pescadores se organizaran y, con ayuda de ‘Greenpeace’, trataran de frenar los vertidos. Antonio Campos Romay es una de las personas que fue testigo de estos vertidos y así lo ha contado para ‘Cuarto milenio’:

Las zodiacs rodeaban a los barcos y hubo un momento muy tenso porque al arrojar los bidones uno de ellos dio en una de las barcas, además de que el mar estaba embravecido. Yo estaba allí dentro de aquella zodiac y pensaba que no lo contábamos”.

Las protestas consiguieron que los vertidos cesaran, pero los bidones que sí fueron lanzaron aún siguen allí, dentro de unos bidones que no estaban preparados para retener durante tantos años esos desechos radiactivos.